La mayor parte de la empresas optan por disponer de un CPD en sus oficinas. Un lugar donde mantenemos nuestra electrónica de red, nuestros servidores, cabinas de discos y sistemas de copias de seguridad. Un lugar acondicionado para que nuestros sistemas no sufran de subidas o bajadas de temperatura, picos de tensión, suciedad, accesos de personal no deseado y demás factores que puedan afectar al normal funcionamiento de los servidores. Pero a veces ese espacio nos puede venir bien para otras cuestiones de empresa y mantenerlo en condiciones puede suponernos un coste extra. Por ello, podemos sacar nuestro CPD al Cloud y disponer de un CPD a su medida con Microsoft Azure.
En otras ocasiones podemos necesitar más potencia de proceso para una determinada época del año. Esto puede ocurrir periódicamente, con lo cual lo controlamos, o puede ser algo inesperado. Si lo controlamos podemos haber puesto manos a la obra con antelación y habernos hecho de unos cuantos presupuestos de ampliación de servidores con tiempo, previsto la entrega de material, su montaje y configuración. Si no lo tenemos previsto y el pico de trabajo se nos vienen encima sin avisar y nuestros sistemas no lo soportan, corremos el riesgo de que nuestros sistemas se colapsen y no podamos dar respuesta a la demanda de nuestros clientes. Todo esto que hemos comentado puede provocar pérdida de tiempo en cuestiones que no son propias de nuestra ocupación.
Microsoft Azure nos libera de toda esta pérdida de tiempo y tener que prever posibles necesidades futuras. Con los sistemas de escalabilidad de Azure puede desplegar una granja de servidores que estarán preparados para entrar en funcionamiento en caso de que alguno de los factores que defina superen el umbral deseado. Que necesitamos mayor cantidad de proceso, más memoria RAM, más almacenamiento no es problema. El sistema se encarga automáticamente de poner en funcionamiento los servidores necesarios para dar respuesta a sus necesidades y a las de sus clientes. Cuando estas necesidades bajan se apagan los servidores que no sean necesarios. Y siempre teniendo en cuenta que pagará por lo que usa en cada momento. Imagine en su CPD una cantidad de servidores apagados, en los que ha hecho una fuerte inversión a la espera de que se enciendan porque los necesita.
Lo mismo podemos hacer con el tamaño de una máquina virtual en Azure. En cualquier momento puede ampliarle proceso, memoria RAM o almacenamiento en tiempo real. No tiene que esperar a aceptar un presupuesto, esperar disponibilidad del material ni programar un apagado para ampliar los recursos. Simplemente elija el tamaño al que quiere ampliar la máquina virtual y con un simple reinicio ya lo tendrá. Sepa también que en cualquier momento podrá volver a la configuración inicial hasta la próxima vez que lo necesite.
Como podemos ver Microsoft Azure nos ofrece opciones de escalabilidad y una flexibilidad operativa que nos permitirá ampliar los recursos de nuestros sistemas al instante sin necesidad de pérdidas de tiempo ni paradas de negocio críticas. En ABD estamos para ayudarle. Si desea más información sobre Microsoft Azure y sus opciones de configuración e servidores y Máquinas Virtuales no dude en ponerse en contacto con nosotros y le ayudaremos.